Cuando crecen puertas por todas partes
Luisa y Marisa recuerdan sus vacaciones en Portalonia. Acostumbradas a hablar siempre en rima y a vivir las más estrambóticas aventuras, no les sorprenderá que detrás de cada puerta, les aguarde un cuento maravilloso con el que viajar a diferentes partes del mundo y disfrutar, tanto de la literatura popular como de la literatura más contemporánea. Y es que...
“A Portalonia no se va en moto
ni tampoco llega el tren.
No van barcos, ni camiones,
ni siquiera un triste avión.
Sólo hace falta una escoba,
y mucha imaginación”.
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